Por otra parte, sabemos que los caballos han estado presentes en la tierra por millones de años, demostrando su gran capacidad de adaptación al medio ambiente, además de su gran capacidad de administrar los recursos alimentarios con los que se encuentran en estado libre, sin embargo, todas estas cualidades se ven afectadas por el humano al confinar el caballo a espacios reducidos y limitando las fuentes de alimentación a las que le son ofrecidas en cautiverio.
Debemos tomar en cuenta que un caballo en estado libre utiliza de 18 a 22 horas para comer al día, actividad que se ve sumamente afectada al tenerlo en caballeriza (los más afectados son la masticación y la producción de saliva para la formación de bolo alimenticio).